Los gastos comunes pueden parecer un concepto complicado. A menudo no se entiende qué incluyen, cómo se calculan o cómo se pagan. Por esto, hoy nos proponemos a descifrar definitivamente qué son los gastos comunes, qué servicios contemplan, para qué sirven o cuál es su importancia, entre otras preguntas que surgen al respecto. ¡Continúa leyendo!
Si eres parte de una comunidad residencial, como un edificio o un condominio, ya sea en calidad de propietario o arrendatario, deberás pagar los gastos comunes obligatoriamente. Ahora, ¿qué son los gastos comunes?
Corresponden a aquellos costos que deberás cubrir para el mantenimiento y funcionamiento adecuado de las áreas y servicios comunes del edificio o condominio. Estos gastos son una parte esencial de la convivencia y aseguran que todos los residentes disfruten de las comodidades y servicios proporcionados.
Según lo establecido en el artículo 4 de la Ley de Copropiedad Inmobiliaria, cada copropietario tiene la obligación de aportar tanto a los gastos comunes ordinarios como a los extraordinarios. Entendiendo esto, los gastos incluirían:
Gastos ordinarios: Son aquellos gastos que se generan de manera regular y mensual, como por ejemplo:
Gastos extraordinarios: Son aquellos gastos que no se generan de manera regular y que generalmente son de mayor monto, como por ejemplo:
Cada mes, los administradores del edificio te enviarán un documento, ya sea digitalmente o en papel, con un desglose detallado de los gastos comunes del mes anterior. Este documento incluirá:
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El cálculo que comúnmente se utiliza es un sistema de alícuotas, donde cada departamento tiene asignada una alícuota que representa el porcentaje de participación que tiene en los gastos comunes. Esta alícuota se calcula en base a diferentes factores, como el metraje del departamento, su ubicación dentro del edificio y su valor comercial.
Ahora, para calcular los gastos comunes, generalmente se sigue la siguiente metodología:
La responsabilidad de pagar los gastos comunes recae sobre los propietarios o arrendatarios de las unidades dentro del condominio. Incluso si una propiedad está desocupada o alquilada, el propietario sigue siendo responsable del pago de estos gastos.
El pago de los gastos comunes se realiza generalmente de manera mensual y puede efectuarse de diversas formas:
En caso de morosidad, el administrador tiene la potestad de aplicar intereses por mora y tomar medidas coactivas, como la suspensión de ciertos servicios, o incluso llegar a instancias judiciales para garantizar el pago de estos gastos.
Los gastos comunes son de fundamental importancia para el correcto funcionamiento y mantenimiento de una comunidad, ya sean edificios, condominios o conjuntos habitacionales. Estas son algunas de las razones por las cuales resulta clave pagarlos a tiempo:
Estos gastos cubren los costos asociados a la operación diaria y el cuidado de los espacios compartidos, como ascensores, pasillos, jardines, áreas verdes, piscinas, salas de eventos, sistemas de seguridad, entre otros.
El pago de los comunes también se destina a la administración de la comunidad, lo que incluye la contratación de personal, como administradores, conserjes y personal de mantenimiento, así como la gestión de aspectos legales, contables y de tesorería.
Un edificio o condominio bien mantenido, con áreas comunes en buen estado, genera mayor interés en el mercado inmobiliario, lo que se traduce en un mayor valor para las propiedades individuales.
Los espacios comunes son el escenario donde interactúan los residentes de una comunidad. Un entorno agradable, limpio y seguro fomenta la convivencia armónica y el respeto mutuo entre los vecinos.
Como mencionamos antes, los gastos comunes también suelen incluir un fondo de reserva destinado a cubrir gastos inesperados o reparaciones mayores que no se pueden financiar con el presupuesto anual regular. Esto evita que la comunidad tenga que recurrir a endeudamiento o a cobros extraordinarios a los copropietarios en caso de imprevistos.
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